Margareth Sophie Cromwell

Maggie, una chica como las demás, al menos así se considera ella, así es como ella se ve frente al espejo, una chica de lo mas normal, con sus defectos, como cualquier ser humano, aun que, así es como se ve ella, porque, porque vamos a negar que mucha gente la ve como a una muchacha preciosa . Ella siempre ha tenido ese aspecto de una muchachita dulce y cariñosa, no es que no lo sea, de veras que lo es, pero también puede patearte si es necesario. Su estatura no es demasiado alta, un metro sesenta y tres, centímetro arriba centímetro abajo, aun que su “baja” estatura nunca ha sido un problema para ella, se siente cómoda con su aspecto y además ella siempre ha sido una fiera por mucho que su estatura no lo demostrara. Tiente un cuerpo es bastante bonito, muchos le dicen que tiene un cuerpecillo de bailarina con esos brazos y piernas tan finos, pero en su vida a practicado ballet, como mucho se puede decir que practicó natación en el instituto. Su vientre es plano, no ha causa de no comer, simplemente des de niña fue delgaducha y a continuado así, algunos le dicen que debería cuidarse para seguir de esa forma, pero ella come lo que le apetece cuando le apetece, aun que su sesión rutinaria de trotar por la mañana no se la quitará nadie, es algo que realmente disfruta. En su rostro podemos ver unas facciones algo redondeadas, con sus pómulos rosados, una nariz respingona, unos labios carnosos y unos preciosos ojos color miel. Alrededor de este, su cabello dorado juega a ondularse y a despeinarse a cada segundo y cuando no es así suele estar recogido por algún tipo de coleta o moño mal hecho. Una gran sonrisa siempre la acompaña, es algo especial en ella, algo que hace que sonrías simplemente por verla de ese modo.

Sus ropas dependen del día, de cómo ella se encuentre, de donde tenga que ir… no se puede decir que sea una buena amiga de la incomodidad, sus ropas siempre fueron sencillas y nadie cambiara eso, por eso mismo es extraño verla demasiado arreglada a no ser que se trate de un evento en el que deba aparecer presentable y no con manchas de pintura de todos los colores por todos lados. Se podría apuntar, también, aquel pequeño tatuaje que tiene en su muñeca derecha, un pequeño pájaro que adorna aquel lugar des de hace cinco años.

Probablemente, la persona mas encantadora que cualquiera pudiera conocer, es de esas muchachas que son la mejor compañía para cualquiera, ¿Por qué? Pues porque simplemente sabe como tratar a todo el mundo, ella siempre demuestra que, aquella sonrisa que tiene en sus labios no es falsa, por mucho que siempre la lleve allí no tiene nada de falso, porque realmente es alguien a quien le gustan las personas, las historias de la gente, ayudar en todo lo que sea posible, y sabe que el único modo de llegar a alguien es siendo uno mismo, y si ella suele sentirse bien, si ella siempre sonríe, ¿Por qué va a cambiar aquello? Además, seria imposible decir que no es encantadora, con dos palabras puede hacerte sonreír, hacerte sentir mejor en momentos no demasiado buenos, si, tal vez sea pasarse, pero de veras es una buena persona con la que conversar si tienes un problema, porque, aun que los consejos no sean lo suyo, siempre lo dejara todo para intentar hacerte sentir mejor, o al menos, para no dejarte en ningún momento. Como podréis imaginar por todo lo anterior, es una buena amiga, mejor dicho, es muy buena amiga de sus amigos, porque es fiel a sus amistades y porque haría lo que fuera por estas.

Por supuesto ella no es todo sonrisas, nadie es perfecto. Queda claro que tiene muchos defectos, uno que no tardaras mucho en ver en cuanto empieces a conocerla un poco es todo lo que habla, le gusta hablar, no porque el silencio le resulte incomodo, puede pasar largos ratos en silencio con ciertas personas, pero si esta con un grupo de amigos tomando unas copas, de seguro que ella será la que hable mas de todos, y no solo por el alcohol, sino porque le gusta charlar, reír, bromear, pasarlo bien de ese modo, tanto que a veces es casi imposible detener alguna conversación que ella empiece, y todos terminaran riendo porque la muchacha terminara por hablar ella sola, porque, si otra cosa sabe hacer bien, es mandar callar a la gente cuando ella habla, siempre en un tono amistoso, pero de veras que lo hace. Hablando de eso, otro de los fallos de fabrica de Margareth es esa manía de ser demasiado sincera, si, es un encanto de chica, pero siempre te dirá verdades, aun que no quieras oírlas, aun que saber la verdad vaya a ser peor que vivir la mentira, te lo dirá, porque para ella, una mentira es lo peor del mundo, seguramente porque des de niña nunca ha tenido secretos, siempre les contó todo a sus padres y ellos siempre fueron sinceros con ella también, por tanto ese ha sido el modo en que la educaron y el modo en que sigue siendo actualmente.

Podríamos mentir, diciendo que es una chica completamente centrada, madura, que sabe y analiza todo lo que hace, pero estaríamos mintiendo, Maggie es un desastre con todas las letras. Es inteligente, pero no piensa las cosas antes de hacerlas, demasiado impulsiva, lo que le ha ido de perlas muchas veces, y otras muchas se ha llevado un buen golpe, también es una soñadora, adora pensar en estupideces, pensar en que es otra persona, soñar que vive en otro lugar, inventar historias de su vida mientras Oliver la escucha sin quejarse. Sin duda, debemos añadir esa manía que tienen todos los objetos de la rubia a perderse por todos lados, porque, según ella, no es su culpa, es culpa de las cosas, que se alejan de ella y juegan al escondite en el momento mas inoportuno, ya sean las llaves de casa, las del coche, la cartera con el carnet de identidad o el pincel que necesita justo para terminar un cuadro.

Esta rubia es una persona que no se rinde, si, puede ser muy infantiloide la mayor parte del día, pero ha luchado mucho des de pequeña para conseguir lo que quería, y ahora no podría estar mas orgullosa de lo que ha conseguido con todos sus esfuerzos, porque, se puede decir que sea demasiado adulta a veces, pero se vale por si misma, y sabe cuando ponerse seria y trabajar duro. La parte seria de Maggie esta bien escondida en su interior, la guarda para cuando de veras la necesita, cuando tiene que acordar cosas con galeristas, o cuando algo importante sucede a su alrededor, no le gusta estar de ese modo, siempre ha sido feliz, por muchas razones que tuviera para no serlo.

Aun que se podría pensar que debe parecer adorable cuando se enfada no lo es, si de veras se enfada, si tiene razones para gritar, para sentirse dañada, mas te vale alejarte, porque tal vez suelte algún golpe, tal vez no te mueras por un golpe que ella de, mas bien suele cebarse con lo que tenga alrededor, de todos modos no se enfada fácilmente, sabe soportar muchas cosas por las que otros saltarían a la mínima, por mucho que parezca que tiene un carácter demasiado dulce y afable, en su interior es de lo mas fuerte que puedas imaginar.

Por supuesto, y sin ninguna duda le gusta pitar, es algo que siempre ha hecho, por supuesto cuando era una niña nada tenia sentido, pero ahora tiene su propio estilo, sus propios significados para cada cuadro que hace y se siente muy agradecida de poder trabajar en lo que le gusta, en su hobbie, aun que no gane miles de dólares es algo que la apasiona y que la hace sentir bien, algo que no dejare nunca. Las películas antiguas le encantan, puede verlas miles de veces, llorar en las escenas que ya se sabe de memoria y sentarse en el sofá a verlas mientras recita los diálogos al momento en que los mismos personajes lo hacen. También tiene gran afición por las películas de terror, la verdad es que le gustan demasiado, si tiene que elegir una película será o algún clásico o una absurda película de terror. La lectura la absorbe, demasiado, si quieres mantenerla en silencio lo mejor es darle un buen libro, es con lo único que se queda callada, lo único que ciertamente la relaja aparte de su propio trabajo. Disfruta comiendo, aun así no se le da bien cocinar por lo que come cosas sencillas y que no tengan peligro de salir ardiendo o simplemente cosas que pueda pedir a domicilio, aun así no se rinde intentando cocinar algo digno.
Adora la lluvia, es algo que realmente le encanta aun que justamente donde viva no ocurra demasiado, seguramente por eso le gusta, porque escasea en el lugar y tanto la lluvia, como la nieve, como el frio es algo que hecha de menos de cuando ha viajado a Nueva York, ciertamente le gusta demasiado el frio para vivir en Las Vegas.

No hay muchas cosas que disgusten a la rubia, pero por supuesto algunas lo hacen. No le gusta madrugar, de veras adora quedarse en la cama por horas aun que no este durmiendo, pero, cada día madruga con tal de pasar unos minutos con Oliver, puede que suene ridículo pero de eso modo pueden pasar algo mas de rato juntos durante los días laborables y ya de paso puede aprovechar mas el tiempo cosa que no haría si no fuera por ese hecho, aun así, no soporta que nadie la despierte, únicamente Oliver, y aun así suele estar unos minutos de mal humor con él. No le gustan los secretos, ella no cree tener ninguno, pero por supuesto que los tiene. No es que odie, pero si le ponen nerviosa las personas tremendamente organizadas, porque ella no lo es, ella perdería a un elefante si lo tuviera, es simplemente, despistada, no suele recordar nunca donde ha dejado las llaves, y puede tardar horas en encontrar su móvil, así que cuando ve a alguien que lo tiene todo perfectamente organizado y clasificado, mas que desagrado, le entra cierta envidia de no ser de un poco mas de ese modo. Tampoco soporta el regaliz, ni su olor, ni su sabor, ni nada que tenga que ver con regaliz.

Su mayor miedo, sin exagerar, seguramente sea quedarse sola, no porque no confié en si misma, o porque necesita que la atienda a cada poco, pero siempre ha tenido allí a alguien, cuando era una niña y actualmente a sus padres, y por supuesto, des de hace años a Oliver, por lo que no se puede imaginar perdiéndolos, ni siquiera quiere pensar en que pasaría si algo les ocurriese. Algo que no la agrada demasiado y que podríamos llamar fobia es a los aviones, solo tomó uno en su vida, para el viaje de fin de curso, y no recuerda haberlo pasado tan mal nunca en su vida, simplemente no le gusta el hecho de estar en un lugar cerrado que pesa miles de quilos, volando, le dio la sensación de que podría caer de un momento a otro de allí arriba, tal vez ha visto demasiadas películas. Por lo demás, no hay muchísimas cosas a las que Maggie tema.

Uno de sus "hobbies" es hablar, adora simplemente charlar aun que no tenga nada que decir, sobre cosas sin sentido, sobre libros y películas, sobre lo que espera del mudno, sobre arte, sobre lo primero que se le pase por la cabeza en ese momento, simplemente hablar es su mayor hobbie. Le encanta ver películas de terror y también películas antiguas, podría ver miles en una sola noche, como si no hubiera otro día para hacerlo. Por supuesto, aun que sea su trabajo, adora pintar, terminar con la ropa demasiado manchada, observar lo que hace, alejarse, volver a acercarse al tapiz, lo que sea, simplemnte adora hacerlo, algo que le agrada mucho es la fotografía, si no trabajara vendiendo sus pinturas seguramente vendería sus fotografías. Algo que hace siempre que puede es tumbarse a mirar estrellas, puede sonar absurdo pero le gusta contemplarlas mientras se inventa conselaciones.

Margareth Sophie Cromwell, hija de Lucas y Martha Cromwell, una pareja de lo mas sencilla, una pareja que nunca realmente se permitió grandes casas ni demasiados caprichos, una pareja que en cuanto tuvieron a u hija entre los brazos no quisieron apartarse de ella. A la tierna edad de seis años su vida cambio de lugar en el mapa, mientras antes se pasaba el día en las playas de Santa Mónica con un cubo y una pala para hacer castillos, su padre encontró un trabajo en Las Vegas, un negoció que se suponía que iba a ser lo mejor que les hubiera pasado, así que no lo dudaron ni un momento, se mudaron al lugar y des de entonces no se han movido de allí, seguramente, mas por Maggie que por ellos mismos, la pequeña ya había hecho amigos cuando el negocio se fue a pique, cosa que paso dos años después de llegar, y pensaron que era demasiado cruel, de repente, volver a apartarla de lo que ya le era conocido, así que continuaron con sus vidas en aquel lugar.

Sin lugar a dudas, Maggie siempre ha sido feliz, tal vez no ha tenido una vida fácil, vivían algo a las afueras del centro de la ciudad, cosa de lo mas normal, hasta allí no había ningún problema, aun que nunca levo a nadie a su casa, que des e los ocho años hasta los quince fue una caravana, a ella le gustaba, era divertido hasta cierto punto, pero, en comparación a sus amigos, se sentía diferente en ese apartado. A los dieciséis años ya estaba trabajando en uno de los hoteles del lugar, al igual que su madre, haciendo las habitaciones de los clientes con tal de llevar dinero a casa, que ahora, por suerte, ya no era aquella caravana, sino una pequeña casa de una sola planta, pero mucho mejor que aquel lugar en el que vivió siete años de su vida. Su padre, entre tanto, se dedicaba a trabajar en un pequeño taller de mecánica que actualmente es de su propiedad, siguen siendo la familia humilde de siempre, pero como mínimo, los peores tiempos ya pasaron.

Se puede decir que la adolescencia de Maggie fue como la de cualquier otra chica, pero no seria cierto, una adolescente cualquiera, encontraría a un chico, y pasados como mucho seis meses terminaría con este por cualquier bobada, pero tal vez, ella no encontró a un chico cualquiera. Maggie conoció a Oliver, por casualidad, por los amigos de los amigos, y des de ese día han estado juntos, eran diferentes, provenían de lugares completamente diferentes, pero se complementaban, de cita en cita se fueron conociendo, y simplemente se enamoraron, como cualquieras adolescentes, pero de nuevo, ellos no eran cualquieras adolescentes, por eso mismo, ahora con ella veintitrés años y el veintiséis, continúan juntos, por impensable que fuera para muchos, allí siguen, al pie del cañón.

Era de esperar, para muchos, que ellos dos se comprometieran, y así fue. Desafortunadamente, no ha sido nunca un camino de rosas, proviniendo de una familia como la suya, Maggie siempre fue juzgada a ojos de muchos, que si estaba con el muchacho por el dinero, que si lo único que quería era cazarle para poder vivir bien toda su vida, pero todo aquello esta lejos de la realidad, Margareth, nunca le ha pedido dinero a Oliver, ni se le ocurriría hacerlo, llevan siete años compartiendo su vida y nunca ha querido pedirle nada, ella gana su propio dinero, si, seguramente o tanto como él, pero por dios, ella apenas necesita nada mas que unos tapices y unas pinturas.

Sinceramente, todo lo que Maggie quiere de Oliver es a él, poder dormirse a su lado, poder reírse y hasta poder pelearse con él. Sabe que no lo tiene todo a su favor, y aun que no le haya dicho nada a Oliver, en el fondo sabe que sus suegros siguen sin aceptarla, pero ella le necesita a él, a nadie ni a nada mas, por tanto, aun que le duela, continua poniendo su mejor sonrisa cada vez que se encuentra con estos, cada vez que tienen una cena las dos familias y su padre no sabe bien como defenderse de las “bromas” del padre de Oliver. Porque, por mucho que suceda, ama a Oliver y no piensa apartarse de él.